Un salto sin precedentes para una leyenda del snow
Con una visión ambiciosa pero respetuosa, Sugar Bowl Resort, uno de los últimos centros independientes de esquí y snowboard de California, ha anunciado una inversión de $100 M, la más grande en sus 86 años de historia. Más allá del lujo, el reto es equilibrar modernización con carisma alpino.
Renovaciones clave: de la historia al futuro
El plan incluye:
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Rehabilitación integral de los lodges históricos, como Village y Judah, con terrazas nuevas, interiores modernos y gastronomía de nivel gourmet.
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Sustitución de la góndola de cuatro plazas por un nuevo sistema para ocho personas, prometiendo una experiencia de ascenso más rápida y fluida.
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Renovación de instalaciones y activos sin perder el encanto “california mountain cool”.
Sugar Bowl: epicentro del freestyle en la Costa Oeste
Paralelamente a la renovación estructural, el resort sigue apostando con fuerza por el Snowboarding y freeski progresivo:
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El lanzamiento en 2024 de Sugar Bowl Parks | CA, tres zonas de nivel (desde junior hasta Big Air), diseñadas junto a figuras como Brandon Dodds y Mike Schipani.
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Montajes de tierra y snowpark ‘XL’ que permiten una práctica continua, incluso con nieve escasa.
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Acogida de eventos de elite: Silver Belt Freeride y el Jossi Wells Invitational, que este año llega directamente desde Nueva Zelanda.
Sugar Bowl: historia, autenticidad y comunidad
Fundado en 1939, hogar de la primera silla y la primera góndola del oeste, el resort conserva su espíritu singular. Su carácter europeo, vinculación con leyendas (Walt Disney, Hollywood) y comunidad han sido su sello, y este plan apuesta por reevocar ese legado con servicios boutique, sin volverse elitista.
¿Por qué es crucial para el snowboard?
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Inversión histórica: demuestra que lo independiente puede competir con mega-resorts.
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Parque progresivo: un punto de entrenamiento real para atletas de park y big air.
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Equilibrio maestro: combina estilo, historia y funcionalidad en un mismo paquete.
Sugar Bowl reafirma su posición como meca del snowboarding en la Sierra. Con legado, nuevos parques y mejoras que no lo convierten en un destino de masas, revela que la auténtica revolución no es más nieve, sino mejor experiencia.