El último informe europeo asegura que el 85 % de las zonas de baño son “excelentes”, pero para Surfrider Foundation Europe esta visión es engañosa. La ONG denuncia que la actual Directiva sobre aguas de baño (2006/7/CE) —vigente desde hace casi 20 años— se basa en un sistema limitado: solo analiza dos bacterias (E. coli y enterococos), únicamente en verano y en áreas acotadas para bañistas.
Esto deja fuera kilómetros de costa, zonas de surf, paddle surf o snorkel, y contaminantes invisibles que amenazan tanto a la salud pública como a los ecosistemas marinos. Entre ellos, microplásticos, cianobacterias, contaminantes químicos persistentes como los PFAS, floraciones algales nocivas y bacterias resistentes a antibióticos.

No proteger la salud de millones de personas que disfrutan del océano, ni los ecosistemas acuáticos, es una irresponsabilidad política”, afirma Xavier Curto, coordinador de Surfrider España
Un diagnóstico incompleto en plena crisis climática
Según Surfrider, el sistema actual oculta parte del problema: no se mide fuera de temporada, no se incluyen nuevos contaminantes y no se evalúan zonas clave para deportes acuáticos. Además, fenómenos como lluvias intensas o vertidos puntuales pueden cargar el agua de residuos urbanos y químicos sin que aparezcan en los informes.
El cambio climático y el exceso de nutrientes favorecen floraciones tóxicas cada vez más frecuentes, mientras que los plásticos y microplásticos actúan como vectores de bacterias patógenas. A ello se suma la amenaza silenciosa de la resistencia antimicrobiana.
Las propuestas de Surfrider
La ONG reclama desde 2021 que la Comisión Europea modernice la normativa, con medidas como:
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Vigilancia de las aguas todo el año
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Inclusión de nuevos parámetros de contaminación
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Ampliación de las zonas vigiladas
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Mayor acceso público a la información y participación ciudadana
Pese a que un estudio de impacto de la propia Comisión reconocía que una revisión sería positiva, Bruselas ha decidido no actualizar la directiva.
Activismo y presión ciudadana
Surfrider anuncia que seguirá presionando a las instituciones y movilizando a la ciudadanía en España y Europa. Su objetivo: garantizar aguas seguras para quienes las disfrutan los 365 días del año y proteger los ecosistemas marinos.