La World Surf League (WSL) decidió la pasada semana cancelar el Basque Country Junior Pro, previsto del 6 al 8 de junio en La Zurriola, San Sebastián, dentro del festival Waxdayz. La razón: una petición del Ayuntamiento de Donostia y los organizadores del festival, que exigían excluir a surfistas israelíes por la situación en Palestina, algo que la WSL consideró inaceptable alegando que prohíbe exclusiones discriminatorias.
Una petición sin precendentes
La solicitud fue impulsada por grupos locales como BDS Gipuzkoa y respaldada por el club local Groseko Indarra, que anunció su retirada del evento en señal de protesta. Estas tensiones, sumadas a posibles manifestaciones y falta de apoyo local, llevaron a la WSL a cancelar el evento por motivos de seguridad y principios de inclusión.
La explicación de la WSL
La organización declaró que aceptar la exclusión violaría literalmente los estatutos de la WSL, que garantizan la participación libre y sin discriminación de los surfistas. En palabras de la WSL, alterar el estatus de elegibilidad de los competidores “infringe múltiples disposiciones” de su reglamento y rompe con su política de tolerancia cero ante la discriminación.
Torneo al margen de la WSL
A pesar de la cancelación oficial, se celebró un campeonato independiente bajo el sello de Waxdayz, aunque sin puntuación oficial ni respaldo de la WSL. Jóvenes de hasta 15 países pudieron competir, incluyendo los surfistas israelíes, bajo un formato más pequeño y local.
Esta situación refuerza el debate sobre la neutralidad del deporte profesional y la presión política. Para la WSL, mantener la inclusión de atletas de todas las nacionalidades es no solo una norma interna, sino un compromiso ético. Para los defensores del boicot, es una medida de protesta en solidaridad con la causa palestina.